COMPOSICIÓN
Desde el 1 de enero de 1983 es obligatorio que los parabrisas estén fabricados con vidrio laminado (Reglamento 43 de la O.N.U.).
Este se compone de dos placas de vidrio (de entre 3 y 5 mm cada una) intercaladas por una lámina de butiral de polivinilo (PVB) que aporta elasticidad, resistencia y adherencia al conjunto.
CARACTERÍSTICAS DE SEGURIDAD
El PVB permite la absorción de esfuerzos y tensiones entre las placas de vidrio e impide el desprendimiento de fragmentos en caso de rotura.
El parabrisas forma parte de la carrocería, por tanto, le aporta rigidez y contribuye a que el techo no se hunda en caso de vuelco, absorbiendo y distribuyendo parte de la energía del choque.
Además, permite el correcto despliegue de los airbags e impide que los ocupantes salgan proyectados fuera del habitáculo. *
*Según estudios realizados por el Institute of Highway Safety, en el 10% de los accidentes se produce vuelco y, el hecho de que los ocupantes permanezcan en el interior del vehículo reduce en más de 25 veces el riesgo de sufrir lesiones (la llamada “seguridad pasiva”).
CAUSAS DE ROTURA DEL PARABRISAS
(Fuente: Asociación Española de la Carretera)
Esta estadística está relacionada con la causa de la rotura.
- Impacto de gravilla (78 %). Disminuyen la resistencia del parabrisas en un 70 %.
- Deterioro espontáneo (10 %). Producido por excesiva torsión de la carrocería, defecto de fabricación y/o montaje.
- Caída de ramas u otros objetos (8 %).
- Vandalismo (4%). Actos vandálicos, robos
¿CÓMO SE ORIGINA EL IMPACTO?
El impacto se produce cuando un objeto, como una piedra, golpea el parabrisas. Si el objeto va a la suficiente velocidad, rompe el vidrio y separa la lámina de cristal de la lámina de PVB creando un “impacto”. La rotura (punto de impacto o “cráter”) produce una entrada de aire y humedad en el “cono” y en las “grietas”.
DEL IMPACTO A LA FISURA
“El 74% de los impactos originados en el parabrisas se convierten en fisuras”
Fuente: Asociación Española de la Carretera
Este % aumenta cuando se trata de vehículos de grandes dimensiones (autobús, camión, etc.) debido a que soporta mayores tensiones.
Si no se realiza una reparación profesional y en el momento oportuno, el aire y el agua van debilitando la estructura molecular del vidrio (rompe los enlaces entre sus moléculas). Esto, sumado a las constantes tensiones que soporta cualquier parabrisas (shock térmico, baches, etc.) produce que el daño se expanda (fisura). Podemos comparar esta acción con la de abrir una cremallera.
Las fisuras son reparables en la mayoría de los casos si cuenta con un servicio profesional y experimentado, pero siempre es preferible reparar cuando todavía es un impacto por motivos económicos y de complejidad de la reparación.